Aunque ahora los consumamos y entendamos como meras golosinas, los malvaviscos fueron creados en el siglo XIX para curar los dolores de garganta. Los médicos creyeron que uniendo las propiedades terapéuticas de las plantas malvaviscos junto con huevos y azúcar conseguirían un delicioso medicamento que los niños tomarían con facilidad. Y así fue como ocurrió. Con lo que no contaban sus inventores, no obstante, es con que tanto niños como adultos acabarían tomándolos como chucherías, por mero placer. Así fue como entraron en nuestras vidas.

Hoy son muchísimos los alimentos que incorporan a estas pequeñas y esponjosas delicias, la mayor parte de los cuales son cereales para el desayuno. De hecho, en nuestro blog ya escribimos un artículo donde os hablábamos de los que son, para nosotros, los 5 mejores cereales con marshmallow que existen en el mercado: los Lucky Charms, los Froot Loops Marshmallows, los cereales Super Mario, los Fruity Pebbles Marshmallows y los Smorz. Todos ellos disponibles en nuestra tienda de cereales americanos online, por supuesto.

Sin embargo, puede que prefieras preparar tus propios malvaviscos para añadírselos a algún otro plato y darle un toque más especial. O simplemente para tomártelos con leche. Sea como sea, ya sabes que nos encanta poder ayudarte, así que en el artículo de hoy vamos a explicar cómo hacer malvaviscos caseros, esas nubes que nos retrotraen tantísimo a nuestra infancia. Pero, antes de pasar con la receta, vamos a ver qué ingredientes vamos a necesitar para prepararlos. ¿Listo? Pues vámonos de compras.

Ingredientes para hacer malvaviscos o marshmallows

A diferencia de otras recetas que hemos desgranado aquí anteriormente como la de las tortitas americanas, en las cuales los ingredientes eran tan básicos que probablemente los tuvieseis todos en casa, para los malvaviscos vamos a tener que pasarnos por un supermercado. O al menos la mayoría de vosotros, a excepción de reposteros y aficionados a la repostería. Porque sí, los 250 mililitros de agua, los 500 gramos de azúcar y la pizquita de sal seguro que la tenemos. Pero hay muchos otros ingredientes que no.

Como los 15 gramos de gelatina sin sabor, el azúcar en flor para espolvorear o los 30 mililitros de extracto de vainilla (o de otros sabores como la almendra, la avellana, el amaretto…). En estos casos, sí que es probable que tengamos que hacer compras. Quizá parezcan demasiados ingredientes, pero no te desanimes, que la receta de marshmallow es mucho más sencilla de lo que podría parecer. Siguiendo tan solo unos breves pasos, los tendrás frente a ti listos para comer mucho antes de lo que imaginas.

Receta de malvaviscos caseros

Lo primero que vamos a hacer es poner el azúcar en una olla, agregarle el agua hasta cubrir la mitad y encender el fuego hasta que obtengas almíbar de hilo fuerte. Por si no sabes qué significa esto, es el estado del almíbar en el que al separarlo con los dedos no se rompe. Mientras la olla se calienta y vamos consiguiendo esto, deberemos por otro lado batir la gelatina sin sabor con el extracto de vainilla (o sustitutos), con la sal y con agua suficiente para colmar el vaso de batir. ¿Ya tienes el almíbar? Añádelo a la mezcla batida. Tu malvavisco está muy cerquita.

Es más, lo único que queda por hacer es espolvorear en un bol el azúcar en flor y verter toda la mezcla anterior en este. Bueno, eso y esperar con mucha paciencia a que la mezcla final se enfríe a temperatura ambiente. Cuando esté preparada, ya podrás cortarla según la forma geométrica que más te guste. Ah, casi lo olvidamos: si quieres jugar con los colores, puedes añadir algunas gotas de colorante para repostería antes de que se enfríe. Ya sabes cómo hacer marshmallow. ¿A qué estás esperando?