Ya lo hemos dicho en muchas otras ocasiones: aunque tremendamente trillado, aquello de que el desayuno es la comida más importante del día tiene mucho fundamento. Después de todo, las mañanas son momentos bastante especiales del día. No solo porque acabamos de despertar y nuestros cerebros andan todavía dormidos y nuestros cuerpos faltos de energía, sino porque tenemos una dura jornada por delante que exigirá muchísimo de nuestro organismo. De ahí que debamos darle nutrientes cuanto antes para estar preparados.

No obstante, no existe un solo alimento en el mundo capaz de darnos todo cuanto necesitamos de una vez. Claro que los hay más nutritivos que otros, pero por sí solos todos son insuficientes. Y, en ese sentido, los toppings son unos aliados maravillosos para completar nuestros desayunos. Pequeñas dosis de alimentos que acompañan al plato principal –y aquí, en cuanto a desayuno se refiere, recomendamos un buen plato de cereales o unas buenas tostadas de pan integral-. Y hoy precisamente vamos a hablar de uno de ellos: la crema de malvavisco.

Sí, crema de malvaviscos. Hace unas semanas ya os explicamos cómo preparar malvaviscos caseros. Porque son nutritivos, pero, no nos engañemos, también porque están riquísimos. ¿Los imaginas convertidos en una crema? Pues existe, se llama Fluff y deberías tener siempre un botecito en tu cocina para complementar tus desayunos.

Qué es Fluff

Aunque aquí en España no sea demasiado conocida, la crema de malvavisco es todo un clásico de la repostería estadounidense. Es más, fueron ellos quienes la inventaron en el siglo XX, poco antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. Concretamente un comerciante de Massachusetts llamado Archibald Query, que vendió aquella primera receta por solo 500 dólares a unos empresarios. ¡Quién podría haber imaginado en aquellos momentos que acabaría convirtiéndose en una de las cremas más famosas de la historia del país? Y todavía hoy lo es.

De aquella primera receta nacería Marshmallow Fluff, la gran marca estadounidense de crema de malvaviscos. Un clásico en las despensas de las cocinas americanas. De hecho, este popular producto continúa fabricándose siguiendo estrictamente aquella primera receta desarrollada hace todo un siglo. Es precisamente por todo esto que los ingredientes que la conforman son totalmente naturales. No encontrarás conservantes artificiales en sus etiquetas porque no los hay. Lo único que encontrarás será mucha esponjosidad, suavidad y sabrosura.

Tres características que convierten al Fluff en el complemento perfecto para tus desayunos. Puedes combinarlo con tus cereales favoritos, con unas tostadas dulces, con bollería, con cócteles de fruta o con batidos y zumos de cualquier sabor. El truco es ir probando combos hasta encontrar los más deliciosos para tu paladar. Eso sí, debes recordar que las cremas de malvavisco contienen bastantes azúcares, por lo que solo hay que emplear un poco cantidad. No te preocupes: su sabor es tan intenso que solo una cucharadita cambiará tu mañana.

Dónde comprar Fluff en España

Como decíamos antes, el reino de la crema de malvavisco son los Estados Unidos. Fue allí donde fue inventada y es allí donde está insertada en los hábitos alimentarios de la gente. No obstante, hay muchos otros países donde este topping ha alcanzado gran popularidad. Canadá, Noruega, Suecia, Dinamarca, Reino Unido o Alemania son algunos de ellos. Como consecuencia, en todos estos países resulta bastante sencillo comprar Fluff. Basta con ir a algún supermercado.

En España, sin embargo, resulta bastante más complicado. No encontrarás la crema de malvavisco en la mayoría de supermercados generales. La oferta es muy pero que muy limitada. Pero no te preocupes: porque en nuestra tienda online podrás comprar tanta crema de malvaviscos Fluff como quieras. Es más, incluso podrás comprar Fluff Strawberry, una variedad creada por la misma marca y con sabor a fresa con la que fliparás sí o sí. ¿A qué esperas? Dale una vueltecita a tus desayunos.