Hasta hace no mucho contábamos con una variedad muy limitada de cereales en nuestra dieta alimentaria. El arroz, el maíz y el trigo conformaban prácticamente toda nuestra ingesta diaria de cereales. Y no nos equivoquemos: hablamos de tres cereales con maravillosas propiedades nutritivas. Sin embargo, hay mundo más allá de estra famosa triada. Hasta tal punto que en los últimos años hemos visto proliferar todo tipo de cereales y semicereales en los supermercados de nuestro país. Son los cereales importados. Cereales que han venido para quedarse.

Cereales tropicales de importación

Algunos de los cereales exóticos que vamos a nombrar a continuación dejaron de ser extraños en nuestras vidas hace ya unos años. Otros continúan sonando como alienígenas cada vez que hablamos de ellos. Sin embargo, todos ellos disponen de un perfil nutricional fantástico que los hace muy recomendable para cualquier tipo de dieta. Como siempre apuntamos, no hay mejor dieta que aquella que contiene una enorme variedad de alimentos. De esa manera aseguramos tomar lo mejor de cada uno de ellos. El equilibrio es la clave.

En ese sentido, añadir quinoa a tu alimentación te permitirá contar con un alimento saludable y rico nuevo en tu vida. Aunque los incas ya lo cultivaban y amaban hace miles de años, aquí en Occidente ha tardado en llegar. ¿Sus principales propiedades? Es uno de los granos con mayor cantidad de proteínas. Y, lo más importante, contiene todos los aminoácidos esenciales que se necesitan para funcionar correctamente. En ese sentido, estos cereales de importación tienen una especial importancia en la vida de los veganos.

No muy lejos en popularidad encontramos la espelta. Uno de los cereales extranjeros que mejor composición proteica tiene. Fue domesticado hace siete mil años en lo que ahora es Irán. Como ventaja respecto a otros cereales más populares como el trigo es su mayor dulzura y que tiene una mayor facilidad de digestión. También encontramos el mijo. Muy utilizado en países como China o Etiopía desde hace miles de años, tiene la ventaja de no contener gluten y ser muy rico en todo tipo de macronutrientes y micronutrientes.

Los cereales más exóticos

Los cereales que hemos mencionado en el apartado anterior son cereales importados con cierto recorrido en nuestras despensas. Pero hay otros que recién comienzan a entrar en ellas. En ese sentido encontramos el sarraceno, un grano muy utilizado en muchos países por ser rico tanto en nutrientes macros como en vitaminas y minerales esenciales para nuestro funcionamiento y nuestra salud. Aunque nosotros comenzamos a conocerlo ahora, en países como Rusia o como China llevan cientos de años utilizándolo.

Y otro de los cereales exóticos que comienzan a invadir nuestras despensas es el amaranto, un grano procedente de Perú. Allí, pero miles de años antes, lo cultivaban los incas. Lo mismo nos ocurre con el farro. Un cereal nacido hace miles de años en Mesopotamia y Persia y que buena parte de los italianos han venido usando desde hace muchos siglos. Su agradable sabor a nuez lo convierten en un sustituto magnífico del arroz. También con la chía, un súper alimento muy de moda desde hace unos cuantos años.

Todavía más extraños que los citados anteriormente encontramos otros cereales exóticos como el freekeh, una variedad de trigo caracterizado por su inmadurez, pero que sin embargo tiene las mejores propiedades del trigo y con un sabor aún más delicioso. También el teff, otro cereal con mucho que decir en nuestras cocinas. Encontramos su origen en Etiopía y Eritrea, donde se consume muy a menudo por su increíble sabor. ¡Y totalmente apto para celíacos!