El mercado está lleno de infinitas variedades de cereales. Y sí, ese enorme abanico de posibilidades, sin ninguna duda, representa una ventaja. No obstante, también plantea algunos dilemas: ¿qué cereales deberíamos escoger entre los cientos y cientos que hay? En otro de nuestros artículos os dimos 5 consejos para elegir los cereales para desayunar. Os hablamos de las cantidades de fibra, carbohidratos y proteínas. Según vuestras necesidades deberías escoger entre avena, trigo, arroz o maíz. Pero espera un momento: ¿el maíz es un cereal?

Probablemente nunca te lo hayas planteado antes. Al fin y al cabo, el maíz tiene una apariencia carnosa que hace que parezca más una fruta que un cereal. En cierto modo, parece más similar a unos pequeños arándanos que al trigo o la cebada. En ese sentido, el error de considerar el maíz como una fruta está entre los principales errores de este tipo. Empatado, probablemente, con la consideración de los cacahuetes como frutos secos. Spoiler: son legumbres como las lentejas, las alubias o los garbanzos. Pero sí, el maíz es un cereal de pleno derecho.

En concreto, el maíz que consumimos diariamente proviene de una planta gramínea originaria de la zona centro de México. Su cultivo no es, en absoluto, contemporáneo. Es más, los pueblos indígenas mexicanos llevan con su cultivo desde hace más de 10.000 años. A Europa no llegaría hasta el siglo XVII, tras el descubrimiento por parte de los colonizadores europeos del continente americano. Y no solo es un cereal, sino que es el cereal con mayor volumen de producción mundial. A continuación, veamos los beneficios del maíz para entender por qué.

Propiedades del maíz

Como todos los cereales, el maíz contiene enormes cantidades hidratos de carbono. Pero no hidratos de carbono cualesquiera. Hidratos de carbono complejos. Estos son los hidratos que, en lugar de proporcionarlos un chute de energía repentino y fugaz, van liberando energía en nuestro organismo de manera lenta y paulatina. Ideal en la batalla por sobrevivir a las duras jornadas laborales y escolares. Además, otras propiedades del maíz son una cantidad nada desdeñable de fibra, con 7,3 gramos por cada 100 gramos, y casi diez gramos de proteínas.

Gracias a esa composición, aderezada con altos niveles de vitaminas y minerales, el maíz proporciona numerosos beneficios para la salud humana. Por ejemplo, es un alimento muy útil en la prevención del cáncer de colón por sus altos niveles de ácido fólico, más conocido como vitamina B9. Por otro lado, y gracias a los componentes con capacidades antioxidantes que posee, también resulta un gran aliado a la hora de proteger nuestro corazón. Por si fuera poco, esas mismas capacidades antioxidantes son geniales para mejorar las habilidades cognitivas.

Aunque no terminan ahí las propiedades del maíz o del almidón de maíz, una de las versiones en la que vemos más habitualmente el maíz en los productos alimenticios. También es un excelente regulador del estrés gracias al ácido pantoténico que contiene, mejor conocido como simplemente vitamina B5. Por último, el maíz es uno de los cereales menos calóricos que existen. Y con mucha diferencia. Si quieres obtener todos los beneficios de un cereal y mantener tu peso o adelgazar, el maíz es una sabia elección. Apenas 111 kilocalorías por 100 gramos.

Almidón de maíz

El almidón de maíz no es más que la harina de maíz, también conocida como maicena de maíz. Es la forma en la que encontramos al maíz en los cereales de desayuno y en muchos otros productos nutritivos. Sus beneficios no difieren demasiado del maíz del que procede. Aunque tiene uno adicional respecto a la harina tradicional: posee cero por ciento de gluten, lo que lo convierte en una opción ideal como sustituto en repostería celíaca. Si quieres comprar cereales americanos sin gluten, basados en maíz, no tienes más que visitar nuestro catálogo.