El ácido úrico es un compuesto orgánico (formado por carbono, nitrógeno, oxígeno e hidrógeno) encontrado de manera natural en el organismo humano. Lo producen el hígado, los riñones, los músculos y los intestinos, entre otros órganos. Y lo hacen a partir de los alimentos que ingerimos gracias a la acción de las purinas. Sí, sabemos lo que estás preguntándote: ¿pero qué son las purinas esas tan famosas? Son compuestos químicos que llegan a nuestro organismo a través de los alimentos. Y su papel en los niveles de ácido úrico es fundamental.

Concretamente, el ácido úrico aparece cuando las purinas se descomponen. De ahí que las personas que comen muchos alimentos ricos en purina tengan los niveles de ácido úrico más elevadas que quienes los consumen de manera moderada o, simplemente, solo consumen alimentos libres de purinas. Controlar estos aspectos es muy pero que muy importante, ya que niveles muy altos de ácido úrico pueden desencadenar la temida enfermedad de la gota, entre otros problemas de salud. A continuación, veamos los alimentos con purinas y sin purinas.

Qué son las purinas

Como ya apuntábamos antes, las purinas son unos compuestos orgánicos (entre los que se encuentran algunos como la xantina o la hipoxantina) presenten en muchos alimentos. También las producen nuestro cuerpo de una manera natural, pero en niveles no peligrosos. Cuando nuestra dieta contiene muchos alimentos con purinas, los niveles de esta se disparan y provocan un aumento del ácido úrico. ¿Pero cuáles son estos alimentos? Como líneas generales, diremos que los alimentos con más purinas son los alimentos de origen animal.

Así, los alimentos que producen ácido úrico son las carnes de cerdo, ternera, cabrito, cordero, pavo y ganso. También algunos pescados y mariscos como el salmón, la sardina, la trucha, el bacalao, las gambas o las ostras. Y, además, también todas las bebidas alcohólicas. De hecho, son estos los alimentos que los médicos aconsejan eliminar de la dieta a las personas con niveles muy altos de ácido úrico. Igualmente, tampoco son recomendables otros alimentos como la manteca, la nata, el café, los lácteos enteros como la leche de vaca o las verduras con purinas como los puerros.

Por el contrario, también existen alimentos buenos para el ácido úrico. Ya sea porque contienen bajos niveles de purinas o porque directamente no tienen. Nos referimos, por ejemplo, a las frutas, los huevos, las patatas, las verduras (salvo el puerro, la coliflor, la espinaca o el espárrago), los lácteos desnatados o semidesnatados o las especies. Las legumbres, los champiñones y las setas pueden consumirse, pero con moderación. Lo importante es encontrar un equilibrio. Seleccionar cuidadosamente los alimentos sin purina, pero alcanzando la nutrición.

Cereales ácido úrico

Para alcanzar esas necesidades nutricionales con una variedad de alimentos tan limitadas necesitamos tener en cuenta las propiedades de cada uno. Es especialmente importante consumir muchos alimentos ricos tanto en los macronutrientes básicos como en los micronutrientes esenciales. En ese sentido, y es el as en la manda que nos guardábamos sobre los alimentos sin purina, los cereales pueden ser nuestros mayores aliados. Al fin y al cabo, son alimentos nutricionalmente muy completos: hidratos de carbono, proteínas, fibra y grasas saludables.

Por no hablar de las vitaminas y minerales que contienen, especialmente en sus formas integrales. Algunos como el arroz, el trigo o la avena pueden ayudarnos a mantenernos saludables. Por un lado, gracias a que no contienen niveles muy elevados de purina. Y, por otro, debido a que son fantásticos desde el punto de vista nutricional. Ya lo sabes: cereales y ácido úrico son dos palabras que se llevan muy bien. Ahora llega el momento de llevarlo a la práctica. Incluso aunque no tengas niveles muy altos de ácido úrico, saldrás muy beneficiado.