El trigo es uno de los cereales más importantes del mundo. Con una producción internacional superior a los 700 millones de toneladas, nos encontramos ante uno de los tres cereales más producidos y consumidos junto con el maíz y el arroz. Además, se trata del cereal más arraigado en las dietas occidentales desde la antigüedad. Pero la pregunta es: ¿por qué resulta tan demandado el trigo? ¿Qué propiedades y beneficios del trigo lo elevan tan orgullosamente por encima del resto de los cereales? Eso es lo que estudiaremos en este artículo.

Trigo, beneficios y propiedades

El cereal del trigo se encuentra dividido en varias partes: el endospermo, el salvado y el germen. En cada uno de ellos encontramos determinadas propiedades nutricionales importantes, por lo que la recomendación general tanto de los nutricionistas como de instituciones tan importantes como la Organización Mundial de la Salud es consumir el trigo integral para disfrutar de todos sus beneficios. Es decir, que resulta mucho más saludable para nuestro organismo comernos los cereales enteros del trigo. Pero ya lo sabíamos, ¿no?

Lo que no teníamos tan claro son los beneficios del trigo. Beneficios que proceden de su alto contenido en fibra, hidratos de carbono complejos, proteínas de origen vegetal, vitaminas del complejo B, vitamina E y minerales muy importantes para nuestro cuerpo como el fósforo, el hierro, el potasio, el selenio o el zinc. Juntos, conforman un equipo nutricional imparable que lo convierten en un cereal todoterreno. La clase de cereales que deberíamos tomar cada mañana para tener días productivos llenos de energía.

Porque es la primera de las propiedades del germen de trigo: la energía. El trigo contiene muchos hidratos de carbono complejos que liberan energía de manera paulatina a lo largo de la mañana. Además, y gracias a la fibra que contiene, nos ayuda a mantener unos buenos niveles de glucosa en sangre. Esto resulta muy útil en cuanto a la prevención de enfermedades tan relevantes como la diabetes. Por otra parte, esa misma fibra resulta ser un aliado fantástico para la regulación del tránsito intestinal.

El trigo en cada desayuno

Pero no son los únicos beneficios de la harina de trigo y del resto de formatos en los que consumimos el trigo. La presencia de minerales como el selenio o el zinc resultan cruciales para la estimulación del sistema inmune, por lo que el consumo de trigo nos mantiene más protegidos frente a los virus y bacterias del exterior. En cuanto a las vitaminas, son muy efectivas a la hora de fortalecer estructuras orgánicas como el cabello o las uñas. En ese sentido, la ingesta de trigo nos ayuda a alcanzar las cantidades vitamínicas diarias recomendadas.

Algo tremendamente importante. De hecho, la presencia de vitamina B2 entre sus componentes es maravillosa, pues es una vitamina fundamental. Su consumo nos permite reducir problemas nerviosos como la ansiedad, el estrés o el insomnio. Problemas que, como han demostrado infinidad de estudios científicos, están vinculados a la aparición de muchas otras enfermedades. Es uno de tantos beneficios del trigo, que conforman actualmente muchos de los cereales de desayuno que encontramos en el mercado. No es para menos.

Por supuesto, el trigo no es perfecto. Su principal inconveniente es que contiene mucho gluten. De hecho, es sin duda alguna el alimento con mayor cantidad de gluten. Es por eso que las personas celíacas o las personas con sensibilidad al gluten no celíaca no deberían consumir absolutamente nada de este alimento. En su lugar, estas personas pueden optar por cereales sin gluten como la avena, el arroz, el maíz, el amaranto o el mijo. El resto de nosotros deberíamos seguir disfrutando de las propiedades y beneficios del trigo.