La historia de la compañía Quaker Oats es muy particular. Como ocurre con todas las grandes empresas que hay repartidas por todo el planeta, los orígenes son siempre mucho más humildes de lo que podamos imaginar. En el caso del fabricante de la avena Quaker, su historia se remonta al año 1887, hace ya 132 años. En concreto, la fundación de la marca tuvo lugar cuando se fusionaron cuatro molinos de avena. Desde entonces, la marca se ha convertido poquito a poquito en una de las marcas de cereales más famosas de todos los tiempos.

Y buena parte de esa popularidad se la debe a su producto estrella: la avena Quaker. No en vano, se trata de los copos de avena más consumidos, valorados y nutritivos del mercado. Su nombre es un homenaje directo a todos los agricultores estadounidenses que, pese a las dificultades económicas, realizan su trabajo con el máximo rigor y la máxima profesionalidad posible. Por eso es tan especial la avena Quaker. Porque se trata de una avena única, cultivada y seleccionada de manera extremadamente cuidadosa. Y el resultado se nota. La calidad se nota.

Propiedades de la avena Quaker

La avena es uno de los alimentos más completos que existen. Sus componentes nutricionales nos proporcionan una enorme cantidad de beneficios. En concreto, las propiedades de la avena Quaker tienen bastante que ver con su altísimo contenido en fibra. Como ya vimos en nuestro artículo sobre los mejores desayunos con fibra, esta posee innumerables ventajas para nuestra salud. Entre otras muchas, su potente capacidad saciante, que nos ayuda a no ingerir más kilocalorías de las que necesitamos. En otras palabras: nos ayuda a no engordar.

Pero no es la única propiedad de la avena Quaker instantánea. La fibra que contiene también nos ayuda mucho a tener un tránsito intestinal saludable. Es más, es la principal arma que tenemos para combatir el estreñimiento. Además, también resulta ser un poderoso aliado a la hora de controlar nuestros niveles de colesterol LDL (malo) y nuestros niveles de glucosa en sangre. Por todo ello, la avena Quaker reduce nuestro riesgo de sufrir alguna de las enfermedades cardiovasculares que ponen nuestra vida en peligro. ¿Necesitas más motivos para tomarla?

Pues te los damos. Porque además de fibra, la avena Quaker contiene muchísimos carbohidratos. Esto implica que nos proporcionan mucha energía para comenzar con fuerza los días. Y no hidratos de carbono cualquier, no. La inmensa mayoría de los hidratos de carbono que posee la avena de Quaker son complejos, lo que quiere decir que liberan la energía en nuestro cuerpo de manera paulatina y continuada. Al contrario que los carbohidratos simples, que aportan un subidón y una bajada, los complejos nos proporcionan energía a lo largo de las horas.

Recetas con avena Quaker

Una de las recetas clásicas con avena Quaker son los cereales Quaker. Y es que combinados con una leche, sea leche animal, leche de soja o cualquier otra de las leches vegetales que existen, los copos de avena ganan todavía más propiedades para nuestro cuerpo. Además, podemos añadirle un tercer elemento para convertir ese primer bocado del día en un auténtico festín de nutrientes y sensaciones: las frutas. En ese sentido, unos copos de avena Quaker con leche acompañados de plátano, fresa, kiwi o arándanos son una verdadera pasada para el paladar.

Otra receta con avena Quaker estupenda son los boles con yogur. También podemos utilizar açai líquido como complemento en lugar de este. A la mezcla podemos añadirle frutos secos y frutas rojas para terminar de darles a los boles unos toques deliciosos. Al final, se trata de encontrar la manera más apetitosa para cada uno de tomar los cereales Quaker. Incluido con la deliciosa leche de avena. ¡Pero tómalos! Tu salud te lo agradecerá.